tengo una idea, ¿y si dejamos solo por un día los prejuicios de lado? Y no sólo los prejuicios, las malas caras, rutinas, dolores de cabeza, amargamientos y de otros enseres negativos.
Momentáneamente veríamos el mundo con otros ojos, con los ojos más puros. Sería una sensación grande, preciosa, perfecta. Entonces recogeríamos todos nuestros enseres negativos y tras la sensación vivida tan fuerte tan fuerte, veríamos que no es más que un montón de morralla y al ser algo nimio e insignificante seríamos capaces de solucionarlos.
Ya sabemos que a veces la crudeza del problema se basa en la importancia que le damos. Los que tuvieran problemas de verdad se animarían a continuar basadose en lo que sus ojos vieron.
Es otro idea lanzada al mundo.
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